Santiaguiño do monte

En las cercanía de Padrón se encuentra uno de los lugares con más tradición jacobea, se trata de un yacimiento arqueológico de la edad del hierro, pero también es un rincón lleno de espiritualidad, donde la tradición afirma que fue uno de los enclaves donde predicó el apóstol Santiago, cuarenta años después de Cristo.

El lugar ocupa una superficie de media hectárea, y está formado por una ermita, una fuente y un promontorio rocoso.
El cardenal compostelano Martín de Herrera, que fue una de las personas que impulsaron la ruta jacobea, ordenó restaurar la ermita y fomentó las peregrinaciones a este lugar, al que se accede tras subir los ciento treinta escalones de su vía crucis.

*Ambrosio de Morales, gran viajero, escribió en 1572: «En este lugar visitan los peregrinos como muy principal de sus romerías, subiendo de rodillas las gradas que están cavadas en la peña, y rezando en cada una y pasando tendidos por aquellos dos agujeros, y por otro que está un poco más abajo. Y estos son los agujeros de que comúnmente el vulgo con una simplicidad devota dice que se han de pasar en vida o en muerte. También dice un refrán en aquella tierra: quien va a Santiago en non va al Padrón, o faz romería o non. Muestran también otra peña donde dicen dormía el Apóstol y así otros particulares que los peregrinos en aquel cerro visitan, por haberlos frecuentado el Santo y cierto considerando el sitio y la hermosa vista que de allí hay a la ciudad, que está abajo y en lo llano, y a toda la ancha olla llena de grandes arboledas y frescuras de más de dos leguas en largo, cuyo lugar es aparejado para mucha contemplación.»

El templo es sencillo, con una superficie de cuarenta metros cuadrados y su origen no está muy claro.
El maestro Domingo Erosa y Fontán decía a finales del siglo XIX: “Nada sabemos acerca de la fundación de esta capilla cuya época y otras particulares se pierden en la oscuridad del tiempo, aunque hay referencias a ella en el siglo XV".
En el exterior hay un escudo del arzobispo Rodrigo de Luna y un altorrelieve que representa el bautismo de la reina Lupa por parte del apóstol Santiago. En el interior, una imagen sedente de Santiago. Tal imagen tiene los dedos de las manos desgastados, por el roce de los peregrinos a lo largo de los siglos. Hoy en día solo está permitido tocarlo el día del Santiaguiño, el 25 de julio.

El promontorio rocoso está formado por diez piedras, colocadas en un estudiado desorden, puesto que la tradición jacobea lo interpreta como el lugar donde estuvo predicando el Apóstol. En el centro puede contemplarse una imagen de Santiago predicando, detrás, una cruz de la que no se conoce su origen.
En esta pequeña colina existen tres agujeros, el infierno, la gloria y el cielo. La tradición invita a pasar a través de ellos.
En su tiempo hubo también un altar.
En el siglo XIV, en su peregrinación a Compostela, la reina Isabel de Aragón, nieta de Jaime I, el conquistador, se detuvo en estas piedras a rezar . La vida de esta mujer se caracterizó por la caridad y el servicio al pueblo, de hecho fundó varios albergues, hospitales y conventos.
Shaschek, acompañante del Barón Leo Von Rozmithal, en un viaje por España, que realizó durante 1947 y 1948 escribió: «Quien con ánimo de voto entra en esta cueva [se refiere al promontorio], alcanza el perdón de muchos pecados; yo entré en ella con Buriano, Kmeskio y su hermano, Petipescencio Mirosio y Juan Zehrowuense; este, al entrar, se sofocó y apenas pudimos sacarlo, porque el agujero por donde entraba era muy estrecho, por lo cual, el Señor, que también quería entrar, desistió a tiempo de su propósito.»
En las proximidades de estas piedras, hay una en particular a la que la tradición identifica como el lecho donde descansaba Santiago. Es la llamada cama del Santo.En el siglo XIX, Domingo Erosa y Fontán recoge una tradición oral: «Muy cerca hay una piedra, en la que dormía todas las noches, hoy se conoce con el nombre de cámara del santo».

Como ya he adelantado, otro de los elementos esenciales del lugar es la fuente.Esta se encuentra situada cerca de la ermita, pero en un lugar más bajo, y flanqueada por dos tramos de escalera.


La tradición dice que Santiago golpeó con su bastón la tierra y al instante comenzó a manar el agua.


El 25 de julio, se celebra la romería al monte Santiaguiño, a ella acuden los habitantes, no solo de Padrón, sino también de los pueblos cercanos.La procesión, presidida por una imagen de Santiago, y conocida como «O Parrandeiro», sale de la parroquia de Padrón por la mañana y es portada por vecinos del pueblo. En la ermita Santiaguiño do Monte se celebra una misa, terminando el día con una comida campestre.

-marian tarazona-
*el texto y las imágenes son propiedad del blog*



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