El hórreo románico de Iracheta

Quería aprovechar una de mis excursiones adentrándome en el románico de Navarra, no solo en el más llamativo o conocido sino buscando esos rincones donde uno no se explica cómo pueden sobrevivir ciertos edificios.

Para ello comencé en la Valdorba, una zona de Navarra que visité hace años, cuando todavía mi pasión por las piedras, el románico y los misterios no se habían apoderado de mí.

Y esa primera visita tenía claro que tenía que ser a Iracheta y su maravilloso hórreo, ya que me parece no solo una joya del románico en sí, es que también es una joya por su historia.

El hórreo de Iracheta es un monumento único, ya que nos encontramos no sólo ante el hórreo más antiguo de la Navarra sino ante uno de los más antiguos de España.

Pero además Iracheta, traducido del euskera viene a significar lugar de duendes.

Cuando llegas al pueblo es fácil encontrarte con él, ya que se encuentra en la plaza, por cierto localidad pequeña pero conservada impoluta, donde cada rincón es una postal.

En el tiempo en el que fueron construidos los hórreos se utilizaban para almacenar el cereal y protegerlo de la humedad, porque un hórreo, al fin y al cabo, es un granero pero construido sobre pilares.

Fue robustamente construido en piedra, cuando lo normal es que se hiciesen de madera.

Y es que los propietarios de éste fueron instituciones importantes de Navarra, ya que el hórreo perteneció al monasterio de Irache, como así lo atestigua un documento de 1141, en cuya fecha el rey García Ramírez IV regala la villa al monasterio de Irache.

También perteneció a la corona, ya que podemos leer que García Ramírez, en 1147, da una compensación a Irache “por lo de Irasqueta, que os tomé y di a mi hermana doña Elvira”, aunque no consta en qué momento, pero seguramente sería ya rey de Pamplona.

Y continuó en la corona hasta que llegó a Sangüesa el primer comendador de la Orden de san Juan de Jerusalén, García Gil, según documento de 1187.

En el hórreo se almacenaban las rentas que pagaban la gente de los pueblos a la iglesia y a los reyes por el grano cosechado. Los documentos del siglo XI y del XII hacen referencias a los hórreos, entre ellos el de Iracheta.

Hay autores que opinan que presenta influencia del prerrománico asturiano por lo tanto estaríamos hablando de los siglos IX o X. Si es así nos encontraríamos, como ya he adelantado, ante el hórreo más antiguo de España. También los hay que datan al hórreo de Iracheta en los últimos años del siglo XI o en los primeros del XII, es decir, en la época románica. Sus elementos de hecho, coinciden con edificios románicos de la zona, como el monasterio de Leyre, la iglesia de santa María de Sangüesa, o la de san Pedro de la Rúa de Estella.

Normalmente, los hórreos de Navarra poseen planta rectangular o casi, pero sin ornamentos.

Podríamos distinguir dos tipos, los construidos con madera en su totalidad y los de piedra utilizada en muros, arcos y dinteles y con madera el piso del granero y el tejado.

Puede consultarse documentación sobre este tipo de construcción a partir del siglo IX, la encontraremos, sobre todo, en los monasterios a los que pertenecían.

Al contemplarlo no pasa desapercibido el hecho de que presenta una influencia clarísima del prerrománico asturiano, que recuerda a santa María del Naranco, seguramente debida a las buenas relaciones entre García Jiménez y Alfonso III, casado con su hija Jimena.

Mide algo más de nueve metros de largo por siete sesenta de ancho. Se levanta sobre diez arcos de medio punto que se apoyan en pilastras que elevan el cuerpo del hórreo.

Llaman la atención las losas que sobresalen de las pilastras que evitaban llegar al grano almacenado a los roedores.

Al interior se accede mediante una escalera de piedra al aire, queda separada de la entrada para, de nuevo, protegerlo de los visitantes no deseados.De todos los edificios románicos que he visitado, la mayoría son religiosos, y muy pocos los civiles, entre ellos el palacio de los reyes de Navarra, en Estella-Lizarra y el hórreo de Iracheta.

Por cierto, como sorpresa final, al salir de Iracheta me encontré con un puente de la misma época, lástima que a pesar de la lluvia, el riachuelo no llevara agua.

-marian tarazona-

*texto e imágenes pertenecen al blog*