EL Bounti. La desaparicion de un barco debida a un motín
Seguro que si empiezo escribiendo "Motín a bordo" a todos nos suena a titulo de película, y, si nombro el "Motin del Bountty", también. Y es que existen unas cuantas que han tratado el tema del “Moutiny on the Bounty”, traducidas a nuestro idioma de diferentes formas como “Motín del Bounty”, “Motín a bordo”, “Rebelión a bordo” o “La tragedia del Bounty”.
La primera película dedicada al Bountty se remonta a 1916, se trata de una cinta de cine mudo en la cual debutaba Errol Flynn en el papel de Christian Fletcher .
La segunda es un film australiano, “In the Wake of the Bounty”, y de nuevo con Errol Flyn en el mismo papel. Esta película no tuvo mayor trascendencia.
La tercera, de 1935, dirigida por Frank Lloyd y protagonizada por Charles Laughton y Clark Gable, esta se tituló “Mutiny on the Bounty”, y ganó un oscar a la mejor película, Charles Laungthon daba vida al capitán Bligh y Clark Gable a Christian Fletcher.
En 1962 se hizo otra versión: “Mutiny on the bounty” dirigida por Levis Milestone. En esta ocasión en el papel de Bligh estaba Trevor Howard y en el de Christian, Marlon Brando.
La quinta película sobre este episodio se tituló “The Bounty”, fue dirigida por Roger Donaldson y la protagonizaron Anthony Hopkins en el papel de Willian Bligh, Mel Gibson, Laurence Olivier, Liam Neeson y Daniel Day-Lewis. Ésta versión es la que mas se ajusta a la realidad.
Pero el hecho que voy a narrar no sólo inspiro películas.
Sin ir mas lejos, Julio Verne publicó en 1879 un cuento corto titulado “Los amotinados de la Bounty”.
También existe una trilogía: “Moutiny on the Bounty”, “Men against sea”, y “Pitcairn Island”, escritas por Charles Nordhoff y James Norman, entre 1932 y 1934, que se refieren a este hecho.
Incluso lord Byron escribió un poema titulado “The island” donde plasmó lo que ocurrió en la isla. Todos ellos fueron, a la postre, los que inspiraron a los guionistas para llevar al cine la historia.
Y sin más preámbulos nos metemos en el tema de hoy, que es la desaparición de un barco debida al descontento de su tripulación. Un hecho histórico que sirvió de inspiración a literatos y cineastas.
El nombre completo del barco era "HMAV Bounty" (HMAV = His Majesty's Armed Vessel”, velero armado de su majestad).
Se trataba, como he comentado, de un barco de la armada británica. Un buque relativamente pequeño, de unas doscientas quince toneladas de desplazamiento y que contaba únicamente con cuatro cañones de dos kilos, y otros diez pequeños cañones de base giratoria, conocidos como “swivel gun” en inglés.
Realmente era pequeño si lo comparamos, por ejemplo con el Endeavour y el Resolution de James Cook, que desplazaban 368 y 462 toneladas respectivamente.
Sus medidas eran 27.7 metros de eslora y 7.3 metros de manga. La tripulación estimada para manejarlo era de unos 46 tripulantes.
En principio había sido un carguero de carbón, el Bethia, construido en 1783, en los astilleros Blaydes cerca de Hull.
En 1787 lo adquirió la armada para transportar desde Tahití hasta el Caribe los frutos y semillas del “árbol del pan” que representaba una alimentación muy barata para los esclavos de las plantaciones de caña de azúcar.
El Bounty, capitaneado por William Bligh, partió de Spithead, Inglaterra, el 23 de diciembre de 1787 con cuarenta y cuatro hombres de tripulación.
Seguía la ruta lógica, pasando por el sur de América, rodeando el cabo de Hornos, pero allí se encontraron con una tormenta que les impidió avanzar.
Después de treinta días tomaron la ruta alternativa por el sur de África, y por fin llegaron a Tahití el 25 de octubre de 1788.
Como cuando llegaron a la isla ya no era época para poder recoger los frutos, tuvieron que quedarse en la isla cinco meses. La tripulación casi llegó a olvidarse de su tierra, muchos encontraron en el lugar a su pareja, e incluso el primer oficial se caso con una mujer de allá. Se acostumbraron a la buena vida, al buen clima y al trabajo mínimo y sin disciplina.
Para solucionar el problema de comunicación entre ellos y los habitantes de la isla, ya que ninguno hablaba la lengua del otro, tuvieron que recurrir a inventarse una lengua propia, ésta ha llegado hasta nuestros días y se conoce actualmente con el nombre de "Norfolk”.
Llegado su tiempo, pudieron recoger los brotes, y el 4 de abril partieron rumbo a las indias occidentales, pese al descontento de unos cuantos hombres que se habían acostumbrado a la ociosidad de los últimos meses, y ahora la disciplina a la que eran sometidos les disgustaba.
Pero el 28 de abril de 1789, nueve miembros de la tripulación al mando de Christian Fletcher (el contramaestre) se amotinaron y apoderaron del Bounty.
Christian Fletcher, Peter Heyword, Edward Young y veintidós hombres más irrumpieron violentamente en el camarote del capitán William Blight y lo destituyeron de su autoridad.
Los amotinados se habían cansado del carácter del capitán y sus excesos. Aquella misma mañana, sin ir más lejos, había azotado a un marinero sin ninguna razón
El capitán intentó hacer entrar en razón a sus hombres, haciéndoles volver a sus tareas. Les recordó que amotinarse era un delito y que no podrían regresar a Inglaterra, por que si les apresaban les colgarían.
Los hombres sabían a lo que se exponían, pero tomaron al capitán Bligh junto con 17 hombres de su confianza y los abandonaron en un bote de 23 pies (7 metros).
Les proveyeron con dos mástiles, algunos clavos, una sierra, una porción de galleta (alimento para largas travesías en mar), carne de cerdo, seis botellas de vino, seis de ron y la caja de los licores del capitán.
Al capitán le dieron, además, tablas náuticas y sextante.
Bligth tenia claro la ruta a seguir, decidió dirigirse a Timor, un enclave holandés distante unas 1200 leguas, y desde allí tomar un barco de regreso a Inglaterra.
Tras permanecer a la deriva 3600 millas (casi 5800 Km.), y, después de siete semanas, el bote paró en una isla para aprovisionarse, todos desembarcaron y algunos de los hombres fueron a recoger cocos, pero fueron atacados por los habitantes de la isla, por lo que tuvieron que regresar precipitadamente a la chalupa, pero John Norton (cabo de brigada) fue apedreado y murió.
Los habitantes salieron detrás de ellos para atacarles, pero pudieron salir de la isla perdiendo un solo hombre.
El capitán prefirió no parar en ninguna isla más, ante el miedo de perder más hombres, por lo que se dirigió directamente hacia Timor.
Llegaron en malas condiciones, muertos de hambre y sed y mojados, Permanecieron allí dos meses a los cuidados del gobernador, y después embarcaron en una goleta rumbo a Inglaterra, a donde llegaron el 14 de marzo de 1790.
Tras examinar el informe del capitán, el almirantazgo le eximió de toda culpa, dispuso la fragata Pandora y la envió en persecución de los amotinados de la Bounty.
Mientras esto ocurría, los amotinados navegaron de isla en isla buscando tierras fértiles que pudieran alimentarlos, como no la encontraron, regresaron a Tahití.
Christian abandonó a dos terceras partes de la tripulación que se establecieron en distintas partes de la isla.
Allí, en Tahití, dejaron a diez y seis hombres en espera de algún barco que los llevase de regreso a su patria y Christian volvió a zarpar llevándose con él a ocho marineros, seis hombres y once mujeres de Tahití, acompañados de un bebé.
Tenían que huir y esconderse, pues recordemos que, en aquel tiempo, los amotinados eran condenados a muerte.
Epílogo
Cuando Bligh llegó a Inglaterra y contó lo sucedido el almirantazgo envío al HMS Pandora, capitaneado por Edgars Edwards para rescatar al Bounty y apresar a los amotinados.
Llegó a Tahití el 23 de marzo de 1791 y nada más hacerlo apresaron a cuatro hombres que habían acudido a recibirlos, en las semanas siguientes apresaron a diez hombres más.
El Pandora salio de Tahití el 8 de mayo de 1791 y estuvo buscando el Bounty por las islas vecinas durante tres meses. El 29 de agosto chocó contra un arrecife y se hundió. Perdieron 31 tripulantes y 4 prisioneros. El resto, 89 tripulantes y 10 prisioneros, embarcaron en botes y llegaron a Timor el 16 de septiembre.
Los diez prisioneros fueron juzgados: cuatro de ellos, de los que Bligh había dicho que eran inocentes, fueron absueltos. Del resto dos fueron condenados y después perdonados, otro, debido a un tecnicismo legal, también fue perdonado, y los otros tres fueron condenados a la horca.
Bligh y Edwards fueron juzgados por perder sus respectivos buques, pero les declararon inocentes.
Bligh terminó su carrera naval con el grado de vicealmirante, después seria designado gobernador de Nueva Gales del sur.
Edwards volvió a rescatar al Bounty y completar la recolección. Recogió 2126 plantones del árbol del pan y miles de otras especies botánicas, nunca llegaron a encontrar restos del Bounty ni de los hombres.
En 1814, el capitán Staines desembarcó en Pitcairn para explorarla y se sorprendió de ver en la isla chozas y habitantes por la playa, pues la creía deshabitada.
Dos chicos se aproximaron a ellos en un bote, uno se llamaba Christian Flecher y el otro Young, contaban con 25 y 18 años respectivamente.
Cuando les preguntaron, los muchachos les contaron que, después de abandonar en Tahití a 21 de sus compañeros, Christian marchó a Pitcairn. Lo primero que hicieron fue destruir la Bounty, aunque ello supusiera no poder regresar jamás a ninguna tierra civilizada.
Tuvieron que organizarse pero había peleas pues solo estaban unidos por el hecho de haberse amotinado y el miedo a ser descubiertos, algunos murieron en dichos altercados.
El último superviviente fue John Adams, quien educó a los habitantes de la isla. Falleció en 1829.
Los dos muchachos eran, el uno hijo de Christian, y el otro el de Young.
marian tarazona
*Texto e imágenes son propiedad del blog* *Las imágenes han sido obtenidas de la red*
(este articulo se publicó por vez primera en Diario digital camariñan el 27 de julio de 2009)
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