Domingo de Cuasimodo o Dominica in albis
Hay muchas cosas que ocurren en nuestra vida que desconocemos como se llaman o que significan y hoy quiero referirme al domingo de Quasimodo.
La primera vez que escuché tal denominación no pude evitar dibujar en mi cara una sonrisa, puesto que lo primero que me vino a la mente fue el personaje del francés Víctor Hugo.
Pero, como siempre me ocurre, no me conformo con quedarme con la anécdota, sino que me gusta enfrascarme en buscar el porqué, el cómo y el cuándo. Por ese motivo me puse a recabar la información correspondiente a la denominación de este día y su posible relación con el personaje.
El domingo de Quasimodo, también denominado “In albis”, es el segundo domingo de Pascua, el primero es el de resurrección y el siguiente, el de Quasimodo.
La denominación «in albis», en blanco, se refiere al hecho de que los bautizados el día de Pascua de resurrección se presentaban ataviados con el alba, vestidura blanca, con las que habían sido bautizadas, la habían llevado toda la semana, y en ese domingo se despojaban de ella.
Lo mas interesante es el saber de dónde viene la denominación Quasimodo, y no es sino porque la antífona del salmo 117, el correspondiente al día, da comienzo con el salmo que recuerda la resurrección y que hace referencia al bautismo que recibieron ocho días antes:
«Quasimodo geniti infantes, rationabile sine dolo lac concupiscite, ut in eo crescatis in salutem»,
«Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual, pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación» Antiguamente era costumbre dar a los bautizados el nombre del santo del domingo de su bautismo. Ese es, precisamente, el origen de llamarlo “Nombre de pila”. Por ese motivo, Quasimodo acabó convirtiéndose en un nombre propio.
Uno de los personajes, quizá el más famoso, es Quasimodo de la novela “Nuestra Señora de París”, escrita por Victor Hugo.
En ella se narra que, el domingo de Quasimodo de 1467, encontraron en el atrio de la iglesia de Nuestra señora a un niño que era deforme, patizambo, tuerto y jorobado. Al pobre infante le adoptó el arcediano Claudio Frollo, y eligió como nombre de la criatura el de Quasimodo, para indicar que fue ese el día en que lo encontró.
En otro orden de cosas, añadiré que, parece ser, que Víctor Hugo se inspiró, para dar vida al personaje, en un tallador que trabajó en la iglesia de Nuestra señora en 1820, ya que se encontraron evidencias escritas de uno que era jorobado y que no se relacionaba con nadie.
Para escuchar la antífona del salmo 117 pulsar AQUÍ
-marian tarazona
*imágenes y texto propiedad del blog*
Comentarios
Publicar un comentario